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Cómo hacer salsa bechamel o salsa blanca

Cómo hacer salsa bechamel o salsa blanca
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¿Qué es la Salsa Bechamel o Salsa Blanca? La salsa bechamel, también conocida como salsa blanca, es una de las salsas madre de la cocina francesa. Esta versátil mezcla de mantequilla, harina y leche es la base de muchas otras salsas y se utiliza en una amplia variedad de platos, desde la clásica lasaña hasta el pastel de pescado o los macarrones con queso.

En mi experiencia, saber cómo hacer salsa bechamel no solo te abre un mundo de posibilidades culinarias, sino que también es una habilidad fundamental en la cocina. Además, es sorprendente lo fácil que puede ser una vez que dominas la técnica.

Cómo hacer salsa bechamel o salsa blanca

Ingredientes esenciales para hacer salsa bechamel

Los ingredientes para una bechamel casera son simples, pero las proporciones son clave para lograr la textura perfecta. Aquí te dejo la lista básica:

  • 50 g de mantequilla
  • 50 g de harina de trigo (de uso común, sin levadura)
  • 500 ml de leche entera (puedes usar leche semidesnatada, pero afectará la cremosidad)
  • Sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto

Opciones y variaciones

Si quieres una versión más ligera, puedes usar leche desnatada, pero la textura será menos cremosa. También puedes experimentar con leche vegetal si buscas una opción sin lactosa, aunque cambiará ligeramente el sabor.

Paso a paso: Cómo hacer salsa bechamel sin grumos

Este es el método tradicional que nunca falla:

1. Preparación del Roux

  • Derrite la mantequilla en una cacerola a fuego medio.
  • Añade la harina de golpe y mezcla con una varilla. Cocina durante 2-3 minutos para quitar el sabor crudo de la harina, sin dejar que se dore.

2. Incorporación de la Leche

  • Añade la leche poco a poco, removiendo constantemente con la varilla. Esto ayuda a evitar grumos.
  • Continúa batiendo mientras la mezcla empieza a espesar.

3. Cocción y Condimentos

  • Sazona con sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto. La nuez moscada le da ese toque clásico de la bechamel tradicional.
  • Cocina a fuego lento durante unos 5-7 minutos hasta obtener una textura suave y cremosa.

Consejo Personal:

Uno de los trucos que he aprendido es calentar la leche antes de añadirla. Esto ayuda a que la salsa espese más rápido y evita la formación de grumos.


saucier es ideal para preparar y reducir salsas

Consejos para una Bechamel Perfecta

  • Remueve constantemente con una varilla para evitar que se formen grumos.
  • No te apresures al añadir la leche. La clave está en hacerlo poco a poco.
  • Si, a pesar de todo, te quedan grumos, pasa la salsa por un colador o usa una batidora para alisarla.
  • No te saltes el paso de cocinar la harina con la mantequilla (roux) durante al menos 2 minutos, ya que esto elimina el sabor a crudo.
  • En mis primeros intentos, cometí el error de añadir la leche fría de golpe, ¡y terminé con una masa llena de grumos! Aprender a hacerlo despacio fue un cambio total en mi forma de cocinar bechamel.

Variaciones y sabores adicionales para la salsa blanca

La bechamel es increíblemente versátil y se puede personalizar para adaptarse a diferentes platos:

  • Salsa Mornay: Añade queso rallado (gruyere, parmesano o cheddar) para una salsa de queso clásica.
  • Salsa de Champiñones: Saltea champiñones en mantequilla y agrégalos a la bechamel junto con un chorrito de vino blanco.
  • Salsa de Mostaza: Añade una cucharada de mostaza de Dijon para un toque picante.
  • Salsa de Hierbas: Mezcla perejil fresco picado para acompañar pescado o jamón al horno.

Una de mis variaciones favoritas es agregar queso rallado para crear una deliciosa salsa de macarrones con queso. También he probado con champiñones salteados y vino blanco, ¡y el resultado es espectacular para una cena elegante!

Usos de la Salsa Bechamel en la Cocina

La salsa bechamel es increíblemente versátil y se utiliza en muchos platos clásicos:

  • Lasaña: Capa cremosa y suave que une los ingredientes.
  • Moussaka: Plato griego con berenjenas y carne picada.
  • Croquetas: Base para croquetas de jamón, pollo o espinacas.
  • Soufflé: Ayuda a dar volumen y textura ligera.
  • Macarrones con queso: Salsa cremosa y suave que cubre la pasta.

En mi experiencia, la bechamel transforma completamente un plato. Por ejemplo, una lasaña sin una bechamel rica y cremosa simplemente no sabe igual.

Errores comunes al hacer salsa bechamel y cómo evitarlos

  • Grumos en la salsa: Ocurre al añadir la leche fría de golpe. Solución: Añádela poco a poco y preferiblemente caliente.
  • Salsa muy espesa o muy líquida: Depende de la proporción de harina y leche. Ajusta según la consistencia deseada.
  • Sabor a harina cruda: Sucede si no cocinas el roux lo suficiente. Asegúrate de cocinarlo durante al menos 2 minutos.

Preguntas frecuentes sobre la salsa bechamel

¿Se puede congelar la salsa bechamel?
Sí, se puede congelar, pero puede separar la grasa al descongelarla. Remuévela bien al recalentar.

¿Por qué me queda la bechamel con grumos?
Generalmente ocurre al añadir la leche fría o toda de golpe. Añádela poco a poco y preferiblemente caliente.

¿Cómo hacer salsa blanca más ligera?
Usa leche desnatada o una combinación de leche y caldo de verduras.

Conclusión

La salsa bechamel, o salsa blanca, es una de las salsas madre de la cocina francesa y una herramienta versátil que todo cocinero debería dominar. Desde lasañas y moussaka hasta soufflés y croquetas, esta salsa añade una textura cremosa y un sabor suave que eleva cualquier plato.

Con los trucos y consejos compartidos, y aprovechando mi experiencia personal en su preparación, ahora tienes todas las herramientas necesarias para hacer una bechamel perfecta. ¡Anímate a experimentar con las variaciones y disfruta cocinando!

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