Saltar al contenido

Cómo hacer salsa bechamel o salsa blanca

Cómo hacer salsa bechamel o salsa blanca
Compartir este artículo:

La bechamel es una salsa blanca preparada con mantequilla, harina y leche; que  se puede usar en una amplia variedad de platos, como la lasaña, y constituye la base de muchas otras salsas. Saber cómo hacer una bechamel o salsa blanca es una habilidad útil en la cocina.

La Salsa Bechamel

Una bechamel o salsa blanca es una de las piedras angulares de la cocina francesa. A menudo descrita como una «salsa madre», esta versátil salsa blanca hecha de mantequilla, harina y leche se puede usar en una amplia variedad de platos, y constituye la base de muchas otras salsas.

La salsa bechamel se utiliza en lasaña, moussaka, pastel de pescado, macarrones, y es la base para un soufflé.

Agrega algunos ingredientes extra a tu bechamel y tendrás una nueva salsa. Por ejemplo, agrega un poco de queso para hacer la salsa clásica de mañana; algunos champiñones salteados y un chorrito de vino blanco para una deliciosa salsa de pasta o un puñado de perejil picado para el acompañamiento tradicional de pescado o jamón al horno.

Cómo hacer salsa bechamel

Vamos a preparar la bechamel clásica, también se le llama bechamel 120.

Ingredientes para la bechamel:

  • 1 litro de leche caliente
  • 120 g de harina de trigo
  • 120 g de mantequilla
  • Pizca de nuez moscada
  • Sal y pimienta blanca al gusto
  • Opcional: media cebolla rallada

Preparación de la salsa bechamel:

  • Empezamos poniendo la mantequilla en la sartén o en la olla donde vayamos a preparar la salsa bechamel, y a fuego medio la derretimos totalmente.
  • Cuando esté derretida, añadimos la harina poco a poco, y con la ayuda de unas varillas, vamos removiendo hasta que se integre totalmente.
  • Debe quedarte una masa cremosa amarillenta, dale unos minutos a fuego medio y sin dejar de remover
  • En este momento hemos obtenido un roux dorado, sigamos…
  • Vierte  la leche poco a poco, agrega  la sal y la nuez moscada y la pimienta molida
  • Mantén a fuego lento durante varios minutos removiendo sin parar, hasta que la bechamel adquiera la textura deseada, toma en cuenta que cuando enfría se pone más espesa.
  • Si ves que te queda demasiado líquida, mantenla más tiempo a fuego lento, y si queda muy espesa, añade un poco más de leche y remueve hasta que te quede perfecta.
  • Opcional: si quieres un toque de sabor adicional usa la leche licuada con media cebolla rallada

Notas interesantes:

  • Hemos hecho una bechamel 120 (120 g de harina y 120 g de mantequilla)
  • Dependiendo para que la necesitemos, tenemos la bechamel 80 o 50; que son más ligeras en cuanto a espesor

 

 

Compartir este artículo: