Puedes tener una dieta saludable si aprendes a combinar los alimentos. Aprender a combinar los alimentos en nuestra dieta o comidas es posiblemente complicado, además implica dejar hábitos que hemos adquirido por años. La mala combinación de alimentos podría tener nefastas consecuencias para nuestro organismo y aparato digestivo.
Las enzimas en el proceso digestivo
En el proceso digestivo, la transformación de los alimentos se produce bajo la acción de las enzimas que descomponen dichos alimentos en los distintos nutrientes.
Veamos como cada cada enzima posee una acción específica sobre cada tipo de sustancia:
- La ptialina, enzima digestiva secretada por las glándulas parótidas, submaxilares y linguales, se encarga de pre digerir los almidones.
- La amilasa, secretada por el páncreas, el estómago y el hígado, actúa sobre los almidones y azúcares.
- La pepsina, producida por el estómago y el páncreas, tiene su acción sobre las proteínas y la lipasa, secretada por el estómago y el hígado, actúa sobre las grasas.
La química de la digestión en la salud
Una mezcla puede ser una combinación perfecta desde el punto de vista nutritivo, y ser una bomba de tiempo desde el punto de vista químico. Por ello es importante estudiar cuidadosamente las leyes de la combinación de los alimentos, apoyándose en los principios de la química de la digestión.
El jugo gástrico puede variar desde una reacción casi neutra a una reacción ácida fuerte, según sea la naturaleza del alimento ingerido.
Cuando sentimos un malestar estomacal, la pregunta típica es ¿Qué comiste? Nuestro propio instinto nos dice que dependiendo de lo que comemos nuestra salud se ve afectada o no.
La combinación de los alimentos
Hasta en la combinación de las frutas entre sí mismas, consideradas los alimentos más saludables, se deben tener en cuenta ciertos factores.
Por ejemplo, la sandía y el melón son dos frutas que debemos consumirlas solas, independiente una de la otra. Te preguntarás ¿Por qué? Los componentes de ambas frutas producen concentraciones de gases en el aparato digestivo, de allí que al combinarlas se convierten en una tormenta gastronómica.
Las transformaciones que sufren los alimentos durante el curso de la digestión son realizadas por un grupo de agentes o fermentos no orgánicos, llamados enzimas.
Por la química, se sabe que muchas substancias que no se combinan normalmente al ser puestas en contacto entre ellas, sí pueden reaccionar al combinarlas con una tercera. Por ello es lógico creer que la mezcla de diferentes carbohidratos, grasas y proteínas en la misma comida podría ser perjudicial para las células digestivas.
Frutas ácidas y cereales
Otro ejemplo, es la nefasta combinación de frutas ácidas seguidas de cereales. Para poder digerir los almidones es importante la presencia de la enzima ptialina en la saliva, la cual es destruída en presencia del ácido de la fruta, provocando en muchas ocasiones una mala digestión.
Se recomienda por lo tanto consumir los ácidos y almidones en comidas separadas.
¿Sabías que el plátano contiene almidón? pues sí, tiene casi un 99% si está verde y un 7% si está maduro, debemos tener cuidado de no combinarlo con limón, naranja y otras futas ácidas de la misma especie.
Alimentos y reacciones enzimáticas
Es importante tener en cuenta que cada alimento que consumimos provoca una reacción enzimática y el estómago segrega una clase diferente de jugo. PAVLOV ha demostrado que:
- Cada clase de alimento provoca una actividad particular de las glándulas digestivas.
- La eficacia del jugo gástrico varía con la calidad del alimento.
- Son necesarias adaptaciones especiales de la actividad de las glándulas para los diferentes alimentos.
- El jugo gástrico más fuerte es vertido en el momento más necesario.
Almidón y proteínas, mala combinación
La digestión de las proteínas y del almidón no se produce simultáneamente con eficiencia. Los cereales, el pan, las patatas y otros alimentos con almidón, no deben consumirse a la vez que huevos, carne, quesos, nueces y otros alimentos proteicos.
Si comemos pan y carne, la deliciosa “Hamburguesa” que muchos adoran, contiene almidón y proteína, se comen juntos y se digieren juntos, el estómago no posee mecanismos de separación de estas substancias ligadas íntimamente, dando como resultado un complejo alimento que va a requerir el ajuste de los jugos gástricos de acuerdo a los requerimientos digestivos de cada uno de ellos, los bocadillos de pan con queso, carne o pollo, pueden producir acidez o flatulencias.
Importante: Consumir proteínas y carbohidratos en comidas separadas.
La leche combina mal con casi todos los alimentos. Por su contenido proteico y graso a la vez, se complementa con cereales y féculas. Qué daño se les hace a los enfermos tuberculosos con la combinación de la leche y los huevos. Por lo anterior es muy conveniente consumir la leche sola.
Azúcares y almidones
Los azúcares fermentan en presencia de los almidones, pues tienen distintos tiempo de digestión. Al ingerir azúcar, por simple acto reflejo salivar, la boca se llena de secreción pero exenta de tialina, por lo que la digestión del almidón no puede iniciarse correctamente en la boca y fermente en su posterior tránsito al estómago, los azúcares solo se digieren en el intestino delgado.
Como los azúcares tienden a fermentar muy rápidamente en las condiciones de calor y humedad que existe en el estómago, esta condición garantiza la fermentación ácida. La única forma de aminorar esta incompatibilidad es con la presencia de alguna grasa, como pudiera ser la mantequilla que, al retardar el proceso digestivo, permite cierta adaptabilidad enzimática.
A continuación veamos una tabla que nos ayudará a la hora de preparar un menú saludable