Hasta ahora seguro pensábamos que el apéndice humano solo servía para dar apendicitis. Pero ahora Científicos de la Universidad Duke, en Carolina del Norte, afirman que la función del apéndice puede ser el dar refugio a las bacterias buenas que ayudan a la digestión, y en caso de infecciones severas volver a reponer las colonias de bacterias beneficiosas en el intestino.
Hay más bacterias que células humanas, y la mayoría de ellas son buenas y ayudan a digerir la comida. Pero hay enfermedades que dejan al intestino sin bacterias buenas, y los científicos descubrieron que el trabajo del apéndice sería revitalizar esas bacterias, algo así como un lugar seguro donde pueden proliferar y volver luego al sistema digestivo. Según dicen los científicos el apéndice sería como un refugio-cultivo para las bacterias buenas.
William Parker, autor principal del estudio y profesor asistente de cirugía de la Duke, hizo hincapié en que se trataba de una hipótesis, no una prueba experimental. «En este momento,» el Dr. Parker dijo: «esto es una deducción basada en una gran cantidad de información que hemos tenido durante muchos años y algunas piezas clave de información que sólo se han descubierto recientemente por nuestro laboratorio y otros. Y ello tiene sentido.
«Sin embargo, un experimento para demostrar esta teoría sería muy caro. Y en cualquier caso, ¿por qué quieres que gastar dinero para obtener algo que no es probable que ayude a curar una enfermedad? »
Estudios recientes han encontrado que las colonias de microbios beneficiosos que viven fuera de las células, se forman en el intestino grueso, donde son dependientes de la mucosidad que recubre el intestino. Allí, ayudan a la digestión y protegen contra infecciones, mientras gozan de la protección y aliemtación del huésped humano.
Los investigadores, al examinar los tejidos de los apéndices humanos sanos eliminados en los trasplantes de riñón y páncreas, encontraron que estos microbios beneficiosos (biofilms) también estaban en el revestimiento epitelial del apéndice. Según su teoría, es una buena localización para evitar patógenos que se puedan hallar en el resto del intestino.
Esta función de refugio para las bacterias buenas puede ser útil en una cultura que carezca de la atención sanitaria moderna y donde la diarrea sea frecuente. Los datos epidemiológicos actuales muestran que la diarrea es una de las principales causas de muerte en los países en desarrollo, indicando que ésta elimina las bacterias beneficiosas y que el apéndice ayuda a su recuperación proporcionándoles un «refugio».