LifeStraw es en sí un potabilizador de agua personal. Un invento genial que es indispensable en excursiones y kit de emergencias. Funciona como una cañita, pajilla o pitillo para beber convencional, de modo que basta con introducir un extremo en el agua y aspirar por la boquilla del otro. El agua recorre una serie de filtros que, según el fabricante, eliminan el 99,99% de las bacterias y el 98,5% de los virus, además de bloquear el paso de partículas de hasta 15 micras.
Aunque inicialmente LifeStraw únicamente se comercializaba a entidades humanitarias, desde hace poco también se comercializa al público, y Amazon lo tiene disponible!!.
Entonces hace unas semanas, en lugar de cargar con dos litros de agua me eché a la mochila un LifeStraw Personal, que pesa poco más de 100 gramos y puede purificar hasta 700 litros de agua antes de que los filtros pierdan parte de su eficacia. Es una invención que en realidad vale oro, me sirvió para beber agua de los dos manantiales que me encontré en el trayecto de mi excursión de 7 horas.
Lifestraw es un dispositivo muy útil con las aguas que encuentras en excursiones: rios, manatiales, charcos, lagunas; también es útil si no tienes escapatoria a beber aguas sospechosas que te venden en la calle.
Cómo funciona el Lifestraw
Durante su recorrido purificador por el tubo el agua pasa por distintos filtros y cámaras. Una de estás cámaras utiliza yodo para matar las bacterias y otro carbón activo para mejorar el sabor del agua, incluyendo mitigar el sabor que puede adquirir al pasar por el filtro de yodo.
Luego de el éxito de este gen
ial purificador de agua la empresa ha lanzado nuevos modelos cuya capacidad de filtrado ha sido incrementada, ya que además de eliminar bacterias y virus, también remueve sustancias y químicos nocivos.
Las instrucciones son bastante simples: abrir la bolsa, quitar el sellado de la boquilla, meterla en el agua y succionar. El sabor del agua es razonablemente neutra -diría que no sabe a mucho más que a agua.
En el proceso de filtrado el agua debe tomar algo de temperatura por la fricción, porque sale notablemente menos fría que la fuente original.
Entonces, es un gran invento que vale la pena tener en la casa, el coche y en el morral; por si surge la necesidad de utilizarlo ocasionalmente, ya que 700 litros (o un año abierto) es una cantidad bastante grande y en ocasiones puede resultar bastante más práctico -y bastante más cómodo- que cargar con varios litros de agua potable.