Un Compadre se encuentra con su comadre después de varios años sin saber nada de ella.
Luego de los saludos y efusivos abrazos, el Compadre la invita a comerse unas arepitas y a tomarse unas Polarcitas, para celebrar el encuentro.
Buscan una arepera y encuentran una llamada «LA RIMA».
Ingresan, toman asiento y el Compadre llama al Mozo:
– Mozo, tráiganos a mi y mi comadre dos polarcitas bien frías… y dos arepitas con jamón y queso, por favor!
– Perdón Señor, pero aquí los pedidos se hacen en rima, así que discúlpeme.
Y se aleja el Mozo dejando al Compadre más perdido que Adán el Día de las Madres.
En eso entran a la Arepera un tipo grandote y una chama buenísima, agarrados de la mano.
Se sientan y el chamo dice:
– Mozo, como yo soy de La Hoyada… quiero una Arepa de Reina Pepeada!
– Perfecto señor, y para su moza?
– Una cachapita bien sabrosa.
El Mozo toma nota y se va a traer el pedido. El Compadre pilla como es el rollo y llama al Mozo:
– Como yo vine primero… traígame Dos Arepas con Jamón y Queso Llanero.
El Mozo anota y pregunta:
-Y para su Comadre?
– Lo mismo, Coño’e tu Madre!!!