Esopo fue un fabulista de la Antigua Grecia, que vivió entre el final del siglo VII a. C. y el principio del siglo VI a. C. Se le atribuye la autoría de un conjunto de fábulas en prosa, que se han transmitido a través de los siglos y han sido traducidas a muchas lenguas.
Las fábulas de Esopo son breves relatos protagonizados por animales, que transmiten una moraleja o enseñanza moral. Estas fábulas han sido utilizadas durante siglos para educar a los niños y transmitir valores universales como la justicia, la bondad, la sabiduría o la prudencia.
La vida de Esopo es en gran medida desconocida. Se cree que nació en una aldea de Frigia, en Asia Menor, y que fue esclavo de Janto, un filósofo de Samos. Tras ser liberado, Esopo viajó por Grecia y otras partes del Mediterráneo, contando sus fábulas.
Según una leyenda, Esopo murió en Delfos, donde fue acusado de sacrilegio. Los habitantes de Delfos lo arrojaron a un precipicio, pero su cuerpo fue rescatado por un águila, que lo llevó a su nido.
Las fábulas de Esopo han sido adaptadas y reinterpretadas por muchos autores a lo largo de los siglos. Entre los más conocidos se encuentran Fedro, Babrio y Jean de La Fontaine.
Algunas de las fábulas más conocidas de Esopo son:
- La zorra y las uvas: Una zorra hambrienta ve unas uvas colgando de un árbol, pero no puede alcanzarlas. Se aleja diciendo que las uvas están verdes y ácidas.
- El cuervo y la zorra: Un cuervo roba un queso de un campesino. Una zorra lo ve y le dice que tiene una voz hermosa. El cuervo se deja engatusar y abre el pico para cantar. La zorra le roba el queso y se lo come.
- El león y el ratón: Un león atrapa a un ratón. El ratón le ruega que lo libere y el león se ríe de él. Más tarde, el león es atrapado en una trampa. El ratón lo ayuda a escapar y el león aprende que incluso los más pequeños pueden ser útiles.
Las fábulas de Esopo son un tesoro de la literatura universal. Son relatos sencillos pero profundos, que nos transmiten lecciones valiosas sobre la vida.